PUEDEN TENER CANCER LOS ALOES?
Igual es muy presuntuoso y poco acertado llamarlo cáncer pero si se trata de asimilarlo a una dolencia lamentablemente crónica es el nombre más adecuado.
El aloe es un género muy numeroso, más de 100 especies, de plantas con hojas mas o menos tubulares, abigarradas al centro, espinas en los flancos de la hojas, y largos tallos florales de color crema, amarillo, naranja o rojo. Son originarios de África y Oriente y se usan como plantas de jardín de fácil cuidado en zonas de rusticidad o como plantas de interior. Dependiendo de la especie, estas suculentas varían en tamaño desde 5 cm hasta portes arbóreos de más de 10 m de altura. Estas plantas tolerantes a la sequía prefieren un suelo bien drenado y pleno sol o sombra parcial.
Aunque la mayoría de los problemas asociados con el aloe cultivado son fúngicos causados por el riego excesivo, ocasionalmente también contraen una plaga de insectos que muchos autores llaman “cáncer del aloe”
El responsable es el ácaro del aloe, también conocido como ácaro de la verruga del aloe o ácaro de la agalla del aloe. Es un ácaro pequeño, solo visibles al microscopio, como gusanos con solo dos pares de patas sin alas pero que son diseminados por el viento.
Mientras se alimenta de tejidos vegetales, este intruso microscópico inyecta una sustancia química en la planta que causa masas de crecimiento verrugosos y de aspecto tumoral en las hojas, tallos y flores. Esta masa tumoral se dispone alrededor de los diminutos insectos, protegiéndolos del mundo exterior mientras se alimentan y ponen huevos. Hasta que estas heridas aparecen en su aloe, es imposible saber que los ácaros están presentes.
QUE HACEMOS?
Los insecticidas de contacto son inútiles contra los ácaros del aloe porque las pequeñas plagas residen dentro de la planta. Algunos autores han obtenido un ligero éxito con los acaricidas sistémicos, pero aun erradicándolos ácaros las heridas persisten.
Es posible salvar un insustituible aloe con eliminación de las partes visiblemente afectadas y tratamiento con plaguicidas, pero corre el de propagar la infestación
Los ácaros del aloe son lo suficientemente pequeños como para viajar a nuevas plantas con una ráfaga de viento, y el tratamiento de una infestación puede ser un esfuerzo largo, tedioso y costoso.
La forma de evitar la infestación es eliminar las plantas afectadas de su colección tan pronto como vea la formación de verrugas o agallas. No piense en usarlas para compostaje y tirelas directamente a la basura en bolsas cerradas.
Desde suculentopedia.com le recomendamos que una vez que se hayan eliminado las plantas problemáticas, considere especies resistentes al acaro como el “Elfo azul”. Igual no es exactamente de su agrado pero al menos le evitar un quebradero de cabeza.
TRADUCIDO PARCIALMENTE DEL WORLD OF SUCULENTS
