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Por qué no enraízan las hojas de mis suculentas?

Efectivamente, mucho empeño pero ¿por qué no enraízan las hojas de mis suculentas? o lo que es peor ¿por qué, aún enraizando, no echan hojas viables?

Pues hay varios motivos, aunque no uno sólo es determinante, dependiendo incluso de nuestra paciencia.

Suculenta equivocada

Incluso dentro del mismo genero hay especies imposibles, hasta nuestro límite de paciencia, de enraizar. Los Kalanchoes beharensis son relativamente fáciles de enraizar y de generar plantón pero el «Felt bush» no hemos conseguido ningún plantón viable viable ningún año. Del Kalanchoe orgiyalis muy poquitas hojas nos han llegado a enraizar y menos a conseguir plantón.

Sedum gen, son también fáciles pero como por esqueje son mucho mas viables es a gusto el hipotecar espacio y tiempo hasta conseguirlo.

También, y como cálculo estadístico, no seamos cicateros con las hojas… más de un 50%, de media, se nos van a arruinar por exceso de humedad, o lo contrario, por ataque vírico etc.

Momento equivocado

También es importante saber que cuando las plantas están latentes, nuestro verano, es mas difícil que las células responsables de la reproducción vegetativa se activen. La mejor época será siempre otoño, si los inviernos no son especialmente duros en el sitio en el que estemos, o primavera en su defecto. A partir de aquí, paciencia, hay Sedum gen. que en 3 semanas están enraizados pero también hay kalanchoes que han necesitado 3 meses.

Manejo incorrecto

No es inocente la observación, pero hay kalanchoes, por ejemplo, en los que el enraizamiento se puede producir en el pecíolo de la hoja pero también incluso en mitad de la hoja si está ligeramente rota accidentalmente o exprofeso. Sin embargo eso no ocurre con otras hojas mas carnosas como los Graptopetalum que se pudren rápidamente si se parte la hoja o el Sedum rubrotictum que también se pudre fácilmente.

En esencia ver crecer un plantón de una hoja es agradable y suficientemente placentero si tenemos tiempo, paciencia, espacio y dinero ( para pagarnos los cafés durante la espera)

Mucha o poca luz para nuestras suculentas

Pues como siempre en estos casos depende de muchos factores. Ya hablamos en un post anterior de las Sanseverinas, de las Crassulas ovata y de las Gasterias como algunas suculentas muy conocidas y de baja necesidad lumínica. No hay un patrón genérico que determine si es mucha o poca la luz pero si podemos ver síntomas que nos indiquen sobrexposición o infra exposición.

Sobrexposición

Será el más visible de los efectos en las plantas, afecta al color y a la dermis, y si además sufre de baja hidratación el deterioro será mayor. Las Crassulas gen. amarillean las hojas por completo o bien enrojecen los flancos. Si es muy fuerte la insolación aparecerán bordes marrones y las hojas caerán

En los Aloes gen. las puntas se doblan y se hacia si mismas y todo la hoja pierde el verde brillante pasando a un rosa apagado.

Los Kalanchoes beharensis oscurecen la base de su tomento y «arrugan » sus hojas que además son mas proclives a caer prematuramente

Los Aenoium tienen un comportamiento muy diverso; así como los Velour tienden a amarillear sus hojas, los arborium pierden casi todo su follaje y en el extremo esta el Zwarkptoff que llega a tumbarse, sin legar a morirse, si además pasa sed.

Los Sedum gen. observan una curiosidad cuando reciben mucha luz y disponen de agua suficiente, van a estirar mucho sus tallos separando las hojas las unas de las otras, pero si no disponen de agua en cantidad ocurrirá al revés, van a acortar sus tallos y van a enrrojecer sus hojas

Infraexposición

El efecto más notorio va a ser el fototropismo u orientación natural al foco luminoso. Esto claramente es más visible en suculentas de tallos grandes. En las suculentas de porte bajo, como Haworthias gen. o Faucarias gen. la falta de luz hará que su dermis se vuelva más cirenea más mate.

Cabe decir que todo lo mencionado anteriormente tiene validez en plantas de vivero y en maceta, no es aplicable a plantas en su entorno natural porque el parámetro del suelo y sombreado vegetal e incluso humedad relativa modifica mucho su comportamiento.

En general y tratándose de plantas suculentas juveniles como las que tenemos en el vivero, no debe de darles el sol directo a partir de mediodía, hasta no cojan un porte considerable. Incluso en el caso de cactáceas se debe respetar esta regla hasta no lleven un año con nosotros.

Agua para nuestras suculentas

Mucha? poca? pues ambas respuestas son correctas y no limitantes. Nuestras suculentas necesitan pocas veces agua pero mucha cantidad de ella. Nos lo podemos explicar si nos ponemos en la piel del entorno en el que se dan. Una zona semidesértica se caracteriza por una precipitación torrencial pero muy espaciada en el tiempo. Reproducir exactamente el ambiente donde surgieron nuestras suculentas no es necesario pero si acomodarlas lo mas posible.

Justo al contrario del resto de plantas de casa, la forma de aportar agua para nuestras suculentas debería de ser siempre por inmersión del contenedor. Como meterlas en la bañera o en un balde grade es un engorro, cuando las reguemos hay que evitar mojar tallos y hojas, Esto es sobretodo necesario en plantas de porte compacto y bajo, Faucarias, Haworthias, Fenestrarias.

Suculentas con poca necesidad de luz

Si lo ha oido bien, hay suculentas con poca necesidad de luz, no nula pero bien poca. Esto no quiere decir que algunas de ellas medran mejor con disponibilidad de luz y agua, ( ya haremos otra entrada de las que menos necesidad de agua tengan), pero es cierto que soportan muy bien una baja luminosidad.

De todos es sabido que en sus estados jóvenes, tal y como las que tenemos en el vivero de suculentopedia.com, necesitan mas tiempo de sombra que luz directa. Tambien en nuestra latitudes sabemos que plantones de robles, encinas, tejos y arboles majestuosos crecen siempre al amparo de sus mayores para evitar insolaciones.

Es por esto que estas suculentas con poca necesidad de luz se hacen imprescindibles en ambientes que nos son cotidianos: oficinas, pisos interiores, bajos etc

Nuestra chumbera

Nuestra chumbera, la Opuntica ficus indica, lleva ya muchos años como planta de aprovechamiento económico fundamental en zonas áridas y semiáridas de todo el planeta. Originaria de México, donde se la llama nopal, está tan extendida y tantos nombres comunes propios del país que no parariamos en un rato de mencionarlos todos.

Son sus higos chumbos, nopales, tunas, indian figs, ficundinhas y otros nombres los que la hacen especialmente útil y viable para agricultura intensiva. Países como México, Malta, España, Argelia, Brasil y Turquía se han convertido en unos de sus mayores productores.

Nuestra chumbera, al menos en nuestras latitudes, fructifica de agosto a noviembre, a veces en densidad tal que han de repicarse los frutos con anterioridad para que los que resten queden dulces y apropiados para su consumo.

Suculentas aromáticas

También en el mundo de las crasas podemos encontrar suculentas aromáticas muy útiles en cocina, y también en medicina, como fungicida o incluso como tinturas. De ellas se utilizan tanto hojas, tallos y troncos basales bien frescos o una vez desecados. La persistencia de líquidos en los tejidos hace que su secado sea un proceso mas cuidadoso para evitar podredumbres e infestaciones.

Verdolaga

Nuestra campera verdolaga ( Portuaca oleracea ) se ha llegado a considerar como mala hierba en muchos jardines muy específicos. Sin embargo su delicado sabor cítrico y su textura suave la han hecho muy apreciada desde la antigüedad. Se toma cruda en ensaladas o hervida, resultando un sabor parecido al de las espinacas, e incluso hay un plato Gales muy común, el «hogweed», donde se toman encurtidas con ajo y pepinillos en vinagre.

Gigantismo en cactus

Hace unos post hablamos del baobab, un miembro de las suculentas con una morfología especialmente vistosa. Sin salir de la vistosidad de la morfología ahora os presentamos unos simples records en otra ilustre familia dentro de las suculentas.

Las cactáceas son una familia fascinante, sobre todo porque admiramos lo grandes que algunos pueden ser sin pensar mucho en el tiempo que les ha llevado crecer. Algunos cactus crecen tan lento que cuando vd. los vea por primera vez ellos ya tienen cientos de años en la tierra habiendo sido testigos de cambios trascendentales.

Un cardón (Pachycereus pringlei) nace de una semilla que no mide más de un milímetro, pero puede llegar a alcanzar los 20 metros de altura. Imagine cuánto tiempo ha tenido que pasar si a los 50 años apenas tiene 2 metros de alto y su primer brazo nace a los 75.

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