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Manual de
cultivo y cuidado
del cactus y otras plantas
crasas o suculentas

Las plantas suculentas
son de muchos tipos y muy variadas.

El término, que no es taxonómico, se refiere a todas aquellas que engrosan su tejidos para acumular agua directamente. Hay más de 8,000 especies que se pueden considerar suculentas, desde un lejano y gigantesco baobab, del genero Adansonia, a una humilde y conocida vinagrera, del genero Sedum, y en muchos casos hay requerimientos particulares dependiendo de los géneros y especies.

Pero sí hay algunas reglas generales de cultivo que se aplican a la mayoría de los grupos de plantas suculentas. Este muy breve manual recopila nuestra experiencia cultivando plantas cactáceas y suculentas en el Levante almeriense durante casi dos décadas. Como ya sabe, y aunque las cactáceas son sólo una de las familias de las suculentas, el término ‘cactus’ se usa en alusión a cualquiera de estas plantas ¨raras¨, eso sí, de apariencia muy vistosa. Aquí utilizaremos cada término en su justa posición, de forma que evitemos confusiones.

Sustrato

El sustrato para las plantas suculentas en general debe ser muy poroso, para garantizar el secado de las raíces después del riego en 2-3 días. Cualquier sustrato que tenga un exceso de arcilla/tierra permanecerá húmedo demasiado tiempo y llevará a la asfixia de las raíces y la subsecuente muerte de la planta por pudrición. Por ello se recomienda un sustrato que tenga partículas de tamaño relativamente grande mezclado con algo de materia orgánica para conseguir un equilibrio entre porosidad y retención de agua así como nutrientes.

Entre los materiales que pueden conseguirse en los viveros se encuentran: material volcánico granulado, la arena silícea bien lavada, la turba, ya sea natural o regenerada, y la fibra de coco. Se pueden realizar mezclas con estos materiales hasta obtener la textura deseada creando un sustrato poroso, bien drenado y ventilado y que todavía retenga algo de humedad. En general, cuanto mayor sea el volumen de la maceta, mayor porcentaje de material toscamente granulado que se le puede añadir.

Los sustratos comerciales específicos que también se pueden encontrar en los viveros ya están premezclados, generalmente compactados, y aditivados convenientemente, lo que le evitará todo trabajo previo. Nuestra experiencia y recomendación, para todas suculentas incluido cactáceas, es la turba natural con bajo contenido en nitrógeno, asegurando así una buena ventilación y drenaje, y de textura media-gruesa; este punto es importante pues la textura media-gruesa evita la compactación de la propia turba que hace se despegue literalmente de las paredes del contenedor como cuando la textura es fina.

Contenedores
o macetas

Hay siempre la opción de cultivar las suculentas en macetas de arcilla o de plástico. Las macetas de arcilla tienen la ventaja de que respiran ya que son porosas y, por ello, son más frescas. Además, se secan más rápido. Por otra parte, las macetas de plástico son menos ventiladas, conservando el agua más tiempo, por lo cual requieren más agujeros para drenaje, incluyendo algunos adicionales en los bordes laterales.

En general, aún cuando es difícil establecer una regla fija, el tamaño de la maceta debe ser proporcional al tamaño de la planta. La mayoría de las suculentas requieren macetas relativamente pequeñas en proporción al tamaño de la planta, eso sí, teniendo en cuenta que el peso de la propia maceta colabora a estabilizarla. Nuestras presentaciones, y por motivos obvios de logística, siempre serán en contenedores plásticos con un número elevado de perforaciones en base y de nulo estancamiento de agua en maceta.

Riego

El riego de las plantas suculentas depende del tipo de planta y sus épocas de crecimiento, del tamaño del recipiente donde están sembradas y de la mezcla de sustrato que las sostiene. Lo importante es que las raíces se sequen bien entre riegos.

Como norma general los riegos han de ser abundantes pero muy poco frecuentes. Cuando se riega se debe aplicar agua hasta verificar que salga agua por los huecos del drenaje. Un buen riego profundo es mejor que muchos riegos superficiales, sobre todo cuando el agua es muy ¨dura¨, como la mayor parte del agua de la península ibérica que contiene muchas sales minerales, y riegos superficiales resultan en una acumulación de dichas sales en el sustrato que terminan destruyendo el sistema radicular de las plantas.

Algunas plantas suculentas requieren un período seco de varios meses donde no debería regarse más de una vez cada 2 o 3 semanas. Muchas suculentas vienen de la región occidental de Sudáfrica, donde también prevalece un clima típico mediterráneo. Su patrón de riego debe ser diferente ya que crecen durante nuestro invierno, noviembre-marzo en el hemisferio norte, y descansan durante los meses del verano. Estas plantas deben regarse durante los meses de crecimiento activo y reducir el riego al mínimo (una vez cada 7-15 días) mientras descansan. Entre estas plantas se incluyen las Haworthia, Gasteria, muchos Aloes, y Euphorbia nativas de Sudáfrica y otras regiones mediterráneas. A título general diremos que  el patrón de riego que mencionamos en cada una de las especificaciones de producto es válido mientras mantengamos la planta en este tipo de contenedor. Una vez pasen a contenedor mas grande el riego se ha de reducir, más aún si directamente la llevamos a suelo natural.

El uso de ¨aguas ácidas o acidificadas ¨, que no son mas que una disolución domestica de vinagre blanco en agua de grifo, no es una practica habitual en nuestras plantas, ni siquiera podemos decir recomendada, aunque sabemos de otros profesionales en los que se emplea para corregir el ph del agua hasta 6-6,5.

Luz

La cantidad de luz que una suculenta debe recibir depende del grupo al que pertenezca. En general las plantas suculentas de tamaños relativamente grandes (cactus y euphorbias columnares, aloes grandes) crecen en la naturaleza a plena exposición solar. Sin embargo incluso los saguaros ( Carnegiea gigantea ) más grandes y espectaculares necesitan crecer, al menos en sus edades tempranas, al amparo del sol abrasador protegidos bajo la sombra de ejemplares adultos y por ello, casi todas las suculentas deben ser cultivadas a media luz mientras son ejemplares jóvenes, como son los que en nuestra tienda suministramos.

Una buena regla es: Si es pequeña, sol de la mañana. Si ya miden 40 cm o más, ya pueden aguantar sol más intenso. Para una cactácea globular el tamaño a partir del cual el sol no le afecta será de 12-14 cm de diámetro mas o menos.

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